5. El matrimonio sostiene la sociedad civil y promueve el bien común

 

La sociedad civil también se beneficia del orden que supone un matrimonio estable. En sí, las familias son pequeñas sociedades, y la unión de confianza que establecen de generación en generación y entre las familias de los cónyuges, es un componente clave del conjunto de la sociedad. El vínculo que el matrimonio crea y mantiene entre los familiares de cada cónyuge es un ingrediente importante para el “capital social”, que facilita la creación de muchos grupos privados y asociaciones cívicas beneficiosas. Las virtudes que se adquieren en la familia -generosidad, abnegación, confianza, autodisciplina- son decisivas en cualquier ámbito de la vida social. Los niños que crecen en familias rotas no suelen adquirir estos aspectos comunes en su carácter. Cuando existen muchas rupturas o cuando las personas no se casan , la sociedad se ve perjudicada por un gran número de patologías sociales, por ejemplo, aumenta la pobreza, las enfermedades mentales, la delincuencia, el uso de drogas ilegales, las depresiones clínicas y los suicidios.

 

Matrimonio y bien común: los diez principios de Princeton.

Por Social Trends Institute, Barcelona-Enero de 2007

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