La noticia de esta semana es la excarcelación por sorpresa de varios sanguinarios criminales. Una vez más, y ya van varias, la Justicia se basa en decisiones europeas (que los legos necesitamos nos expliquen mucho, porque bien no se entienden) para beneficiar a los criminales. En esta ocasión con el agravante de que los jueces se han dado mucha prisa para aplicar una norma que al día siguiente (y de esto eran plenamente conscientes) iba a quedar en nada por entrar en vigor una nueva disposición. Y para estropearlo más, con una interpretación errónea de la norma europea. Es posible que el T. Supremo anule la decisión, pero para entonces los excarcelados, estarán fugados.
Al común de los ciudadanos esta nueva burla le ha sentado francamente mal. Lo hace porque, primero, a todos nos revuelven las tripas ver a gente con gravísimos crímenes a su espalda, sin una pizca de arrepentimiento y jaleada por sus compinches, pueda salir a la calle antes del exiguo paso por prisión (lo que se pena tiende a ser una ínfima parte de lo que se recibe de condena). Pero lo hace también, porque no podemos entender qué pretenden los jueces con estas decisiones. Es evidente, y a nadie escapa, que hay una intencionalidad política. Y esto es algo que, muy asentada la doctrina de la separación de poderes, choca de frente con nuestro concepto de Democracia. Los jueces aplican las leyes no las utilizan para mejorar el ambiente político o ayudar en negociaciones o en otras derivadas políticas.
Por falta de arrepentimiento no se ha evitado la entrada en prisión de la tonadillera Pantoja. Sin ápice de arrepentimiento, los terroristas salen de prisión a la carrera. Esto es la justicia en España.
Son muchos los síntomas de que el Sistema hace aguas por todas partes. Y no es necesario que los que trapichean con una mala Constitución, pretendan modificarla. Estos gobernantes nuestros, son capaces de estropear todo lo que tocan. Mejor una estricta aplicación de nuestra mala Constitución que los arreglos de la Casta o de los Podemos.
Así es: una triste burla a la ciudadanía y una justicia arbitraria y politizada. Y una puñalada en la espalda a las víctimas. Esto necesita un cambio. Creo que ya no se sostiene… y espero que se manifieste con contundencia en las próximas elecciones.
La gran pasividad y omisión está permitiendo esta y o
tras situaciones injustas. Seguiremos intentándolo.