28 de agosto de 2024. Alfonso Siena para ForumLibertas.com
Cada aborto termina con la vida de un ser humano, pero el aborto químico, además, puede poner en grave peligro la vida de la madre
El aborto químico se ha convertido en una máquina masiva y extendida de acabar con la vida humana.
Ante todo recalcar que acaba con el milagro de la vida humana. Y añadir que a pesar de lo que muchos medios de comunicación afirman sobre la seguridad del «aborto con medicamentos», hay una extensa historia de complicaciones de salud para las mujeres debido a los compuestos utilizados en estos procedimientos.
¿En que consiste?
El aborto químico implica el uso de dos medicamentos principales: la mifepristona y el misoprostol.
La mifepristona, conocida como RU486, bloquea la hormona progesterona, esencial para mantener el embarazo, lo que provoca la muerte del embrión al interrumpir su nutrición.
Posteriormente, el misoprostol induce contracciones uterinas para expulsar el contenido del útero.
Este método es ferozmente utilizado en el primer trimestre del embarazo. Se trata de una etapa en la que el corazón del feto ya late y sus órganos comienzan a formarse.
Es crucial entender que el aborto químico no es un tratamiento médico en el sentido tradicional, ya que no cura ni trata ninguna enfermedad. Se trata de un procedimiento que termina con la vida de un humano en desarrollo.
Así, el término «aborto médico» es engañoso y debería reemplazarse por «aborto químico» para reflejar con mayor precisión la naturaleza de este procedimiento.
El aborto químico no es seguro ni justificable desde una perspectiva ética. La vida humana comienza en la concepción, como confirman numerosas evidencias científicas.
Ignorar esta realidad es desvalorizar la dignidad inherente de la vida humana desde su inicio.
Pueden acabar con la vida de la madre
Además de las preocupaciones éticas, el aborto químico presenta serios riesgos para la salud de las mujeres. Diversos estudios han mostrado tasas alarmantemente altas de complicaciones asociadas con este procedimiento.
Por ejemplo, un estudio finlandés encontró que el aborto químico tiene una tasa de complicaciones cuatro veces mayor que el aborto quirúrgico, con una quinta parte de las mujeres experimentando efectos adversos. Estas complicaciones incluyen hemorragias severas, infecciones y la necesidad de intervenciones quirúrgicas adicionales.
Casos de abuso de la píldora abortiva también han sido documentados. Existen múltiples incidentes en los que mujeres han sido engañadas para ingerir mifepristona sin su conocimiento, resultando en abortos forzados y dañinos.
Muerte al alcance de la mano
La facilidad con la que se puede obtener este medicamento a través de internet aumenta el riesgo de su uso indebido, poniendo en peligro la vida y la salud de mujeres vulnerables.
Además, las estadísticas sobre las complicaciones del aborto químico pueden estar subestimadas debido a fallos en los sistemas de notificación. Muchas mujeres que sufren efectos adversos no reportan estos incidentes a los profesionales que les recetaron las píldoras, y los servicios de urgencias pueden no registrar adecuadamente la causa del problema. Esto crea una brecha significativa en el conocimiento completo de los riesgos reales asociados con el aborto químico.
Por tanto, la ligera legalización del aborto químico no solo pone en riesgo la vida de los fetos, sino también la salud de las mujeres. Las mismas, que a través del aborto defienden un falso derecho. Todo esto ratifica una vez más que la trama del aborto es un negocio dañino y engañoso para las mujeres.