Una de nuestras afiliadas, mujer, madre y abuela, nos ha hecho llegar esta reflexión sobre el dolor de una adolescente que aborta, os dejamos su escrito en formato de poseía:
Una ingenua adolescente, cae
En manos de un burlador de cuerpos
Que estima su virtud en ser conocido
Por macho dominante y atrevido.
O quizás una experta diletante
En una noche loca y sin estribos,
Sin protegerse bien en ese envite,
Por mil causas, el alcohol incluido.
Comienza el embarazo, se confirma
Y las dos se proponen un aborto
La una por miedo, la otra por descuido
O porque se frustran sus planes de futuro.
Ambas abortan y ¿cuál es el resultado?.
La una infeliz por dejarse influir, por ser cobarde,
Por no enfrentarse al mundo de los hechos;
La otra porque se siente libre y dueña de su cuerpo.
¿Quien piensa en El Niño por nacer?
Ninguna de las dos, lo otro es más fácil
Y unas leyes injustas lo protegen,
No hay verdadero amor sin compromiso No hay verdadero amor sin una madre.
Ambas jugaron con la naturaleza…..
….y la Naturaleza es más fuerte que las leyes.
No quieren ni saber que es un aborto,
No quieren ni pensar….pero seguro
Que un trozo, en su interior quedara roto, Su intuición les dirá que lo que han hecho Es matar al más inocente y desvalido.
El hombre porque abusa, la mujer por descuido, Ambos no son humanos sino simios…
…y aún los simios se quedan vigilantes
De un hijo muerto por sí sobrevive
Y lo mueven, lo acunan, no comprenden Que la muerte se lleve lo que es suyo.
Ellos actúan según naturaleza;
Los que abortan se dicen racionales
Pero son, en ambos casos, asesinos:
Un Buchenbald matando a los judíos
Porque la ley del tercer Reich lo permitía.
Una flor en su semilla es una flor
Y sólo necesita a favor suyo
Que la planten y le den su abono.
Igual las criaturas de los hombres,
En su semilla está su acerbo todo.
Y las leyes que exculpan el aborto,
Son leyes contra natura, execrables.
Meme
Afiliada de Barcelona
Cuánta razón tienes! Ya pueden las leyes decir y apoyar lo que quieran, que Dios Siempre perdona, los hombres a veces, pero la Naturaleza, nunca