El primero de agosto vimos la exposición del actual Presidente del Gobierno de España y las intervenciones de los líderes de los distintos partidos políticos que representan a la mayoría de la ciudadanía de nuestro país (…que vota). Me atrevo a decir que la mayoría de ellos han hecho unas exposiciones magistrales, pero de lo que nosotros esperábamos nada de nada. Esto es lo que nos espera con el mapa político que ha marcado nuestra inmadura democracia.
No sé qué sensaciones y sentimientos habrán aflorado en cada uno de los ciudadanos que conformamos este estado, del que en los últimos tiempos recibimos noticias de continuos escándalos, pero no me ha gustado nada que se haya omitido propuestas concretas por parte de nuestros políticos más versados que nos eviten futuros errores.
Ingenuo de mí, me esperaba que se comprometieran a crear órganos internos de control que garantizaran que nunca jamás darían cobertura en sus filas a quienes se aprovechasen de su cargo para enriquecerse o desviar contratos o dinero hacia familiares o amigos. También quería escuchar, que esta casta política iba a renunciar a sus privilegios personales.
Además, llegado este punto, considero necesario que nos digan de una vez por todas si van a cambiar la ley electoral para permitir listas abiertas, si van a quitar ese mínimo de votos que exigen a los partidos que no tienen representación, si igualan el valor del voto para todos los partidos políticos estén o no ya representados, si quitan la financiación a los partidos políticos en función de los votos obtenidos, etc.
En cualquier caso, soy consciente de que el verdadero cambio se producirá cuando los ciudadanos confiemos la gestión de nuestros recursos a personas que sólo busquen el bien común, sin pasar por el beneficio para sus siglas o personas. Y para eso necesariamente tenemos que leer sus intenciones por medio de los idearios de los candidatos a dirigir nuestro destino.
Miguel Aguilella
Partido Familia y Vida de Euskadi
Sr. Miguel:
El penúltimo párrafo expone asuntos muy necesarios para mejorar.
Sin embargo, como dice al final, el plus lo dan los políticos que buscan el bien común, y esto es difícil, porque ordinariamente se colabora con el mal y se aparcan los dictados de la conciencia.
Por desgracia los grandes partidos politicos luchan por mantenerse en el poder, no por ayudar al pueblo.
Por eso es necesario poner mecanismos de control porque todo sistema, incluida la partitocracia, tiene como primer objetivo la supervivencia.
Por eso es muy importante mirar los idearios de los partidos que se presentan en las elecciones, para elegir a aquel con el que nos identifiquemos mejor. En PFyV los programas están supeditados a defender los valores innegociables.