La unión esponsal marido y mujer, viene de más allá del matrimonio civil contractual. Los sumerios ya conocían la unión esponsal y el matrimonio, y lo plasmaron en el ancestral Código Hammurab. Tampoco nace del llamado matrimonio Canónico; el sacramento que reconoce la unión y otorga la gracia a la unión esponsal. La unión esponsal es cosa de la libre voluntad, de la biología y de la ontológica consecuente. Es para dos que permanecerán unidos, procrearan y criarán en gracia; “trayecto a medio recorrer hacia el fin”. Nada puede borrarse, todo tiene carácter regenerativo. La regeneración o superación del conflicto y de la crisis es causa de progreso en la casa familiar, y de la sociedad en la que se integra. La familia monoparental es problema, también el divorcio y el rechazo a la sacramentalidad. La familia monoparental es una fuente de exclusión social por mengua de recursivos y por la formación de daños psicológicos en los hijos. Un hijo necesita de ambos padres para su desarrollo equilibrado.
La solución de los muchos problemas de exclusión social que atenazan a la familia monoparental se halla directamente en la restauración de la unión esponsal y de las relaciones inter-familiares. La unión y la fidelidad son el espacio fundamental. Es importante conceptuar la monoparentalidad como situación de transito. La solución para resolver las crisis matrimoniales no es romper la «cáscara» del matrimonio, sino llenarla de «nuez»; unión, compañerismo y respeto. Pero si ya se rompió, volver a recordar que hay una esperanza de reconstruir. El divorcio nunca fue solución de nada. En él se halla el infravalor para la deconstrucción de la institución del matrimonio y con él, la desestructuración de la familia. Destruir en vez de construir es el error. La solución es re-construir la familia, como sistema estructural. Con la ayuda del asesor familiar. Se ha de contemplar al ser humano como sujeto que es amado y ama y rechazar la consideración de objeto que produce y consume como una máquina. Fidelidad; amor al límite es unión; una virtud real entre dos para dar. De uno sólo para sí, es el error.
Les dejo el informe completo aquí debajo (13 pág.)
MATRIMONIO, RECURSO DE INCLUSIÓN SOCIAL
Juan Gimeno Domènech
Afiliado en Baleares
Para resolver los problemas es necesario asumir que somos personas y que nos equivocamos. Es una de las consecuencias de la toma de decisiones. Sin embargo, se ha de dotar a los esposos del total apoyo necesario para superar la adversidades, empezando por no disolver la unión. La desunión solo conlleva desamparo para ambos esposos, y para sus descendientes. Y es semilla para otros brotes perjudiciales para el conjunto de la sociedad. Nos va el futuro en ello.