Leí un artículo en el periódico que encabezaba así: “Los pediatras están detectando un uso cada vez mayor del móvil por parte de los niños, y alertan del riesgo de adicción. Insomnio, estrés, bajada del rendimiento escolar, cambios en la conducta. O sus consecuencias: dolor de espalda, fatiga ocular, insomnio, sedentarismo, estrés…”
Al releer este artículo francamente me hace sonreír y me pregunto: ¿Qué dirán los médicos de familia a los padres que sostienen continuamente el móvil en sus manos?
Antes, los esposos en el restaurante aprovechaban para hablar tranquilamente de sus cosas que a veces en casa con el ajetreo familiar no era tan fácil. Ahora ves a muchas parejas o a uno de ellos absorto en su móvil. Igual en un grupo de amigos, el otro día estaban cuatro alrededor de una mesa esperando el primer plato i todos usando su móvil. Por la calle, aparte de patinetes, bicicletas y otros cachivaches que ponen en peligro nuestra seguridad vial, debes estar atento a tantos transeúntes que absortos en su móvil también te pueden atropellar. Y en cuanto a las visitas, muchos no resisen ni cinco minutos sin sacar el móvil. En más de una ocasión he visto algún transeúnte cruzar la calzada sin mirar, absorto en su móvil, a poco de ser arrollado por el autobús.
Los niños hacen lo que ven hacer a los mayores, si no se cura la adicción de los padres, no se podrá curar la de los niños.
Mª Rosa Bonals (BARCELONA)