La Asamblea por la Vida protesta contra la nueva ley del aborto en Madrid

Ha tenido lugar la lectura de una declaración conjunta de las más de cien organizaciones integrantes para denunciar «malas leyes»

Este martes, 10 de enero a las 12h ha tenido lugar la lectura de una declaración conjunta de la Asamblea de Asociaciones por la Vida, la Dignidad y la Libertad.

El acto se ha realizado en el salón de actos de la Comunidad de Madrid en la Plaza del Sol y han intervenido Jaime Mayor, presidente de One of Us; Luisa María González, vicepresidenta del Colegio de Médicos de Madrid; y Josep Miró i Ardèvol, presidente de e-Cristians y coordinador de la Asamblea, que ha realizado la lectura de la declaración.

Han estado presentes cerca de un centenar de representantes de otras tantas asociaciones que integran la Asamblea, lo cual es un hecho destacable al tratarse de un día laboral.

El texto se ha presentado ante los medios de comunicación y ha constatado que «la vida es el primero y más fundamental de los derechos por la sencilla razón de que sin ella ningún derecho humano es posible».

Sin embargo, «la vida está cada vez más gravemente amenazada en España. Porque se impide violentamente el nacimiento del ser humano engendrado que, a pesar de su existencia real y tangible, no tiene ningún reconocimiento por parte de la ley; de las malas leyes».

En su lectura, Miró ha recordado que «más de 90.000 niños han sido muertos en el 2021 por la vía del aborto, y esto a pesar de que en España y en aquel mismo año, solo han nacido poco más de 300.000. Es una masacre y a la vez un suicidio demográfico, que carece de toda explicación racional».

La Asamblea por la Vida constata que está más protegida la cría del urogallo que la del ser humano. «Está más controlado por la Administración, una tala de árboles que un aborto. En nuestras calles cada vez se ven más perros con abrigo y menos niños», y se pregunta: «¿Qué sociedad estamos construyendo, qué valores estamos viviendo como ciudadanos, padres y madres? No podemos seguir por este camino. No podemos aceptar malas leyes como la que quieren aprobar sobre el aborto, que encima profundiza todos los males anteriores».

«Pretenden que el aborto sea un derecho -prosigue-, pero no existe tal condición para un acto dirigido a poner fin a la vida humana. Existe el derecho a la vida, y no el derecho a suprimirla. No hay ayudas para las madres embarazadas, pero el aborto en clínicas privadas está subvencionado al 100%. Y no solo eso. La nueva ley, niega todo periodo de reflexión y el facilitar información de posibles alternativas a la mujer que considera abortar».

La declaración de las más de 100 organizaciones asegura que el aborto no es la única amenaza a la vida: «En plena pandemia se cometió la atrocidad de aprobar una ley sobre la eutanasia, negando al mismo tiempo el dotar de los recursos necesarios para los cuidados paliativos a fin de que todo el mundo pueda ser atendido. ¿Qué hipócrita libertad es esta que da a escoger entre morir sufriendo o que vengan y te maten? Exigimos la derogación de esta ley, y que los cuidados paliativos alcancen a toda la población sin diferencias sociales ni de ingresos«.

En la lectura, la Asamblea por la Vida afirma, «Rechazamos este estado de cosas. Alzamos la voz sin miedo para señalar y declarar la indignidad de quienes contribuyen a todo ello, y también para recordar que los tibios serán vomitados por su tibieza. Nos comprometemos firmemente a trabajar por la vida y su dignidad, e igualmente por la libertad, que siempre va aparejada al respeto por la vida. Porque los que van contra la vida, como se está viendo, tienen al mismo tiempo que cercenar otras libertades, como la de conciencia, la de reunión, y la de expresión».

Por eso, se comprometen a «actuar conjuntamente por encima de otras diferencias que nos separen de creencia, de razón política, o de interés. Actuar conjuntamente para organizarnos a fin de terminar con este estado de cosas».

«Vamos a construir la sociedad de la vida digna, dónde está sea celebrada y no proscrita, acogida y no rechazada, cuidada y no abandonada a su suerte. Una vida digna para todos, con independencia de cuál sea su estado y su grado de dependencia, de manera que todos aquellos que para vivir necesitan de la ayuda y de los medios adecuados, reciban de acuerdo con sus necesidades. Comenzando por el ser humano engendrado», concluye.

Por ForumLibertas.com

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