Diferentes estudios relacionan la caída de la natalidad con la paulatina desaceleración económica. El envejecimiento de la población, por otro lado, acabará reduciendo la productividad.
La economía de España, a medio y largo plazo, se encuentra en peligro. La razón no es más que la reducción de los trabajadores y el envejecimiento generalizado de la sociedad (debido a la caída de la natalidad). El economista Josep Mestres, en el último informe mensual de CaixaBank Research, describe las nuevas amenazas que poco a poco son más latentes.
La revista de medicina The Lancet ha publicado un estudio en el que se asegura que 59 países tendrán en 2040 una esperanza de vida media superior a los 80 años, incluyendo España y Portugal. La esperanza de vida media de los españoles será la más alta del mundo y alcanzará los 85,8 años, por encima incluso de la de los japoneses (85,7 años).
A pesar de que, a priori, el aumento de la esperanza de vida sea un logro, se muestra el otro lado de la moneda: el envejecimiento poblacional. Así, en los próximos 15 años, el peso de la población de edad avanzada aumentará de forma notable, mientras que el de la población en edad de trabajar se mantendrá constante, o incluso disminuirá. El envejecimiento poblacional es un fenómeno de gran alcance: el cambio en el peso de cada grupo de edad, tanto absoluto como relativo, puede tener amplias repercusiones sobre el crecimiento económico, especialmente si los comportamientos de cada grupo de edad no se amoldan a las nuevas dinámicas demográficas.
En Occidente los gobiernos no encuentran soluciones reales para poder rejuvenecer a la población. En un artículo publicado hace una semana en este medio, se detallaba como Portugal sólo ve posible poder frenar la pérdida de población con la inmigración cualificada.
Portugal, en cuanto a la tasa de natalidad, en 40 años ha pasado de tener la más alta a la más baja. Desde 2009, Portugal ha perdido 150.000 nacionales (más del 10% de su población actual). El Instituto Nacional de Estadística ya calcula que en 2030 se bajará de la barrera psicológica de los 10 millones. Según sus mismas cuentas, allá por el año 2080 apenas existirán en el mundo 7,5 millones de portugueses, cuando hoy son 10,3 millones.
La tasa de natalidad del país es de 4,8 hijos por cada 1.000 habitantes, la más baja después de Italia.
Menos natalidad, menos crecimiento
El autor del estudio económico apunta la relación entre el crecimiento económico y la natalidad del país. Si bien los países que actualmente muestran un mayor crecimiento tienen altas tasas de natalidad, en Occidente las tendencias demográficas irán desacelerando las economías.
La disminución de la población en edad laboral reducirá de manera significativa el crecimiento en los países de la OCDE entre 2015 y 2025. En promedio, se estima una reducción de la tasa de crecimiento potencial del 0,64%.
Cabe destacar que el impacto no se produciría solo por el menor crecimiento de la fuerza laboral, sino también por la reducción de la productividad laboral asociada al envejecimiento.
POR FORUMLIBERTAS