La Ministra para la Mujer y la Igualdad del Reino Unido ha anunciado que planea prohibir que los menores se sometan a cualquier procedimiento permanente destinado a cambiar de sexo. Esta política fue anunciada por la ministra, Liz Truss, el pasado 22 de abril.
En una comparecencia ante el Comité de Mujeres e Igualdad de la Cámara de los Comunes, Truss afirmó que se comprometía a “asegurar que los menores de 18 años estén protegidos de las decisiones que puedan tomar, que son irreversibles en el futuro“.
Truss añadió que los adultos deben ser libres de hacer lo que quieran con sus cuerpos, pero que “es muy importante que mientras las personas estén desarrollando su capacidad de decisión los protejamos de tomar decisiones irreversibles“.
El Reino Unido tiene un centro de salud “de género” dirigida a niños, el “Servicio de Desarrollo de la Identidad de Género (GIDS)”, que forma parte del Tavistock and Portman NHS Trust. Tavistock, como se suele denominar al centro de salud, ha sido objeto de un creciente escrutinio público debido al número cada vez mayor de niños, en particular de niñas, que son remitidos a sus servicios.
En el año 2009-2010, un total de 72 menores, 32 niñas y 40 niños, fueron referidos a Tavistock. Según las cifras publicadas en el sitio web de Tavistock, para 2018-2019 esa cifra había aumentado a 2.590, con 1.740 niñas y 624 niños. De las 2.590 remisiones, todas menos 30 eran menores de 18 años.
Un total de 1.814 eran menores de 16 años, que es la edad de consentimiento médico en la legislación del Reino Unido; 171 eran menores de 10 años.
En el Reino Unido un menor está técnicamente autorizado a obtener una cirugía de reasignación de sexo con el permiso de sus padres, aunque los reglamentos del Servicio Nacional de Salud establecen que esto es poco frecuente. Sin embargo, es mucho más común la distribución de “bloqueadores de la pubertad” y tratamientos hormonales cruzados que hacen que el cuerpo no se desarrolle naturalmente y que imite las características del sexo opuesto. Aunque algunos afirman que los bloqueadores de la pubertad son “totalmente reversibles”, algunos expertos médicos refutan esta afirmación.
La política de Tavistock permite que pacientes de tan sólo 11 años reciban medicamentos “bloqueadores de la pubertad”. Antes de 2011 el límite de edad más bajo para estas drogas era de 16 años.
Tavistock ha sido denunciado por un grupo de antiguos pacientes que han tratado de revertir sus tratamientos de reasignación de sexo y por los familiares de estos pacientes.
Kiera Bell, una antigua paciente de Tavistock que durante un tiempo se identificó como varón, es una de las principales demandantes en una de las denuncias interpuestas contra el centro de salud. La denuncia, que se presentó en enero de 2020, afirma que Tavistock actuó de manera irresponsable en su modelo de atención “afirmativa”.
Bell, que recibió tratamientos hormonales a los 17 años y una doble mastectomía a los 20 años, se refirió a los tratamientos que recibió como “un camino tortuoso e innecesario que es permanente y que cambia la vida“.
“No creo que los niños y jóvenes puedan dar su consentimiento al uso de drogas hormonales potentes y experimentales como yo lo hice“, afirmó Bell. Bell recibió medicamentos para bloquear la pubertad a la edad de 16 años tras sólo tres citas de una hora en Tavistock. A pesar de haber dejado de tomar hormonas sexuales durante un año, Bell todavía tiene vello facial.
“Creo que el actual sistema de Tavistock es inadecuado, ya que no permite la exploración de estos sentimientos disfóricos de género, ni busca encontrar las causas subyacentes de esta condición“, añadió.
Bell declaró que las hormonas y la cirugía no funcionan para todo el mundo, y “ciertamente no deberían ser ofrecidas a alguien menor de 18 años cuando son emocional y mentalmente vulnerables“.
La respuesta al anuncio de Truss ha sido diversa. La diputada conservadora Jackie Doyle-Price tuiteó que estaba “muy contenta” con el discurso de Truss y dijo que era un “enfoque de sentido común que defiende los derechos de las personas trans y protege a las mujeres y los niños“.
La ex-empleada de Tavistock, Susan Evans, dijo que las propuestas políticas eran “fantásticas“.
“Esperemos que este sea otro paso para asegurar que los niños sanos no sean innecesariamente objeto de una transición médica“, dijo.
Los grupos de activistas transexuales han condenado las declaraciones de la ministra.
Mermaids, una organización que apoya “a los niños y jóvenes trans y de género diverso y sus familias ” calificó la propuesta de “un paso grave” y acusó a la ministra de apoyar “la introducción de una nueva forma de desigualdad en la práctica médica británica“.
POR FORUM LIBERTAS