Es triste, indignante, y vergonzosa la irracionalidad, la falta de rigor y de humanidad
a) de quienes antes promovían la abolición de la pena de muerte para los culpables, abolición que es un auténtico progreso moral y jurídico, y ahora reclaman el derecho a decidir la muerte de los seres humanos más inocentes e indefensos;
b) de quienes justamente claman por una sociedad solidaria y se indignan y denuncian el racismo y la xenofobia, y ahora se rasgan les vestiduras ante una nueva ley que pretende anular el derecho a decidir la muerte del feto que padece malformación;
c) de quienes con sensibilidad loable promovían la prohibición del maltratar a los animales (simios, toros, animales de laboratorio, o de circo, etc) y en cambio reclaman el derecho a maltratar a los humanos más vulnerables
d) de los gobernantes que recortan en derechos sociales pero incrementan la financiación pública del aborto
e) de los políticos que negocian con la vida de aquellos humanos para recibir el aplauso mediático
f) de los “médicos” que, ante los humanos más desprotegidos, se convierten en empresarios sin escrúpulos promotores de su aniquilación; etc. Las madres que, presionadas por una situación personal, familiar y social optan por el aborto viven un drama, pero la muerte del más inocente y frágil de los seres humanos a manos de quienes lo habrían de proteger, curar y ayudar a vivir no es la solución.
¡¿Hasta cuando hay que esperar para que se logre una conciencia social que con racionalidad y humanidad ayude, proteja, defienda, y promueva la vida y no la muerte?!
Pau Sanfeliu Arboix, Licenciado en Derecho, Afiliado PFyV Barcelona
Esos y no otros son los términos del planteamiento cultural/político de la cuestión. Pero podemos ser audaces y profundizar en el calado político/jurídico de la dignidad del no nacido. Derecho al voto del no nacido a través de su madre. Derecho a un trato digno de los restos mortales de todos los no nacidos que fallecen antes de finalizar el embarazo por cualquier causa. Definición de la personalidad jurídica vinculandola a la concepción, no al nacimiento, y por tanto consideración del por nacer somo sujeto de derechos en igualdad con los nacidos….