La lectura de la noticia nos retrotrae a años en que el odio se apoderó de nuestro país y propició la división, hasta en el seno de las familias y los pueblos.
Entiendo que quienes intervienen en calidad de comisarias pueden ser personas muy estudiadas y con amplio currículo, sin embargo, no comprendo que quienes dirigen esta institución admitan estos modos de adoctrinamiento.
Queremos pensar que el suceso se deba a un despiste de alguna persona y que será corregido en breve. Por eso, hacemos un llamamiento a los máximos responsables del Museo, para que siga siendo un Centro de Arte, sin renunciar a la idiosincrasia.
Lamentamos que una institución que se precia en tener un prestigio, denote esta falta de sensibilidad y amor para superar los momentos de crisis, derivados precisamente por la falta de respeto de los gobernantes hacia la Familia natural y la Vida, desde la concepción hasta la muerte natural.
Miguel Aguilella
Presidente del Partido Familia y Vida
Los trabajadores del museo han escrito una carta a la dirección del mismo en protesta por este ataque y falta de respeto. Esperemos que realmente recapaciten. Cuando lo que hay que hacer es volver al respeto, a la convivencia, a la defensa de la dignidad de cada persona, no me cabe en la cabeza que haya quienes quieran esparcir la semilla del odio, que destruye a quien la esparce y a quien la hace crecer.