Todo sigue igual

A veces se hace divertido ver como algunos siguen esperando algo del PP…y luego se “despiertan mojados”

Parece mentira que a día de hoy aún haya ilusos que esperaran algo del “encuentro proabortistaperomenos” en el congreso.
Acaso no han dado muestras suficientes los diferentes cargos del PP de que la ley de abortoperomenos Gallardón no es querida ni por los propios? Que hacen los movimientos provida aplaudiendo una ley con la que ni los promotores se atreven a dar la cara?
Hoy me decía un abortista convencido que no entiende a esos palmeros, para él está clara la arriolada al impedir o “sugerir” que el ministro promotor de la ley no debe aparecer apoyando la antes de tener claro si saldrá la ley o si impondrán la disciplina de voto. “Por supuesto -decía coherente a sus principios- para este caso sí que dejarían a cada uno votar con su conciencia…no como en el caso de la abdicación”.
Para muchos estos gestos no significan que no vaya a salir la ley, sino que están esperando mejor momento… Qué pena me dan con esa “fe” puesta en quien no deben …esto sólo se soluciona cayendo del guindo y votando opciones verdaderamente providas.
Rubén Calvo
Secretario PFyV

2 comentarios en “Todo sigue igual”

  1. Josep Carreras García

    Sr. Rubén:

    Efectivamente es lo que hay.

    Menos mal que poco a poco surge una generación joven, la de nuestros hijos -con sus éxitos y fracasos-, esperanza para nuestra sociedad, que rehúyen dejarse llevar de la corriente, pero se ha de visualizar el ejemplo y el testimonio público de la conducta callada de sus padres y de todos los que día a día no les importa gastar su vida en favor de la vida y la familia, cómo en Familia y Vida.

    Un abrazo.

    Josep

  2. La pena es que el tiemppo no perdona, y muchas de las vidas se nos escapan. Económicamente hablando, estamos perdiendo personas que habrían sido grandes pensadores, artistas, empresarios, políticos, y todos ellos nos habrían ayudado a crecer como sociedad y país. En valores humanos, ni lo podemos calcular. Y la contribución que su presencia habría aportado a las familias que les rechazaron, sin lugar a dudas, habría compensado holgadamente su generosidad.

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