Tras estudiar 1,9 millones de mujeres se concluye que el riesgo de atención psiquiátrica posparto que requiera hospitalización aumenta en un 83 por ciento
El aborto inducido de un primer embarazo aumenta el riesgo de problemas de salud mental posparto. Es lo que concluye un estudio publicado por la Revista Internacional de Investigación Ambiental y Salud Pública.
El paper, titulado Efectos de la pérdida del embarazo en la salud mental posparto posterior: un estudio de cohorte longitudinal prospectivo, se basa en más de 1,9 millones de mujeres, que concluye que el riesgo de atención psiquiátrica posparto que requiera hospitalización aumenta en un 83 por ciento.
La pérdida del embarazo, natural o inducida, está relacionada con tasas más altas de problemas de salud mental, pero se sabe poco sobre sus efectos durante el período posparto, constata el estudio de David C. Reardon (Elliot Institute) y Christopher Craver (Instituto Charlotte Lozier).
Este estudio identifica los porcentajes de mujeres que reciben al menos un tratamiento psiquiátrico posparto (PPT), definido como cualquier tratamiento psiquiátrico (ICD-9290-316) dentro de los seis meses posteriores a su primer nacimiento vivo, en relación con su historial de pérdida del embarazo, historial de tratamientos previos de salud mental, edad y raza.
La población analizada está formada por mujeres jóvenes elegibles para Medicaid en los estados que cubrieron todos los servicios reproductivos entre 1999 y 2012. De 1.939.078 beneficiarias de Medicaid con un primer nacimiento vivo, 207.654 (un 10.7%) experimentaron al menos un PPT y 216,828 (un 11.2%) tuvieron al menos una pérdida de embarazo previa.
Cuando se examinan con mayor detalle las interacciones de la salud mental anterior y la pérdida del embarazo anterior, se revelaron efectos importantes de estas combinaciones. Aproximadamente el 58% de aquellos cuya primera THM fue después de una pérdida de embarazo requirió PPT.
Además, más del 99% de las mujeres con antecedentes de THM un año antes de la primera pérdida del embarazo requirieron PPT después de sus primeros nacidos vivos.
Estos hallazgos revelan que el aborto (natural o inducido) es un factor de riesgo para el PPT, y que el momento de los eventos y el período de tiempo para considerar la salud mental previa en la investigación sobre la pérdida del embarazo pueden cambiar significativamente los efectos observados.
Los médicos deben buscar una convergencia de antecedentes de THM y pérdida de embarazo previa al evaluar a las mujeres embarazadas, a fin de hacer las derivaciones adecuadas para recibir asesoramiento.
POR FORUM LIBERTAS