Calentitos están los datos de las elecciones andaluzas. Esas cifras son un perfecto estudio prospectivo de las preocupaciones de la sociedad. Y cabe decir que en nuestra sociedad si ya es raro querer abolir las corridas de toros, quienes manifiestan esa opción en urnas: doblan a quienes queremos abolir el aborto. La aceptación social del aborto es clamorosa: colegios de médicos, de enfermeros y farmacéuticos, sus sindicatos adjuntos, y los partidos políticos y el 97 % de los que votan, así lo manifiestan por acción directa y por omisión de oposición. Ese 3% de los raros es el que mejor me representa, y por ello doy mi cara y voz. Por eso en las elecciones municipales daré mi voto a la lista PFyV y con quienes se presente.
Gracias.
Juan M. Molina Valdés Coordinador de PFyV en Jaén
Los índices dicen que la mayoría de los ciudadanos ha asimilado el comportamiento permisivo del aborto en base a unos planteamientos extremos que sirvieron para su justificación y posterior práctica que no tienen nada que ver con los fundamentos esgrimidos en la defensa de esa ley inicial. Sin embargo, lo grave es que esta sociedad se ha acostumbrado a todo tipo de aborto, incluido el que muchas jóvenes practican con la pildora del día después sin que sus progenitores se enteren. Los raros debemos de decir a los “normales” que la naturaleza es sabia y que tiene memoria, por lo que quienes abusan de su cuerpo y mente tendrán que pagarlo más adelante de manera directa, y el resto de los mortales, incluidos los “raros”, de manera indirecta por el sistema público de salud.