El estímulo debería partir de arriba, de los gobernantes, empezando con medidas para no castigar el ahorro, como las subidas de impuestos. Los ciclos económicos de bonanza no duran para siempre.
El ahorro no es algo que surja de un día para otro, sino que es una decisión que da sus frutos a medio y largo plazo. Si los sueldos se estancan o bajan, la única salida para ahorrar es reducir el gasto: esto es algo que, sin demasiadas alharacas, los ciudadanos hacen mejor y más rápido que las Administraciones Públicas.
POR EXPANSIÓN – ECONOMÍA PARA TODOS – FAMILIA