CORONAVIRUS Y HAMBRE EXTREMA: EL IMPACTO DE LA PANDEMIA DUPLICARÁ ESTE AÑO EL NÚMERO DE AFECTADOS

 

coronavirus y hambre

En 2019 había 135 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda en todo el mundo. La ONU advierte de que el Covid-19 elevará esa cifra este año hasta los 265 millones si no se adoptan medidas urgentes

Coronavirus y hambre extrema son dos conceptos que van a estar muy ligados en un futuro inmediato. Hasta tal punto esto es así que la ONU advierte de que el impacto de la pandemia duplicará este mismo año el número de afectados.

Según una información publicada en la web de la ONU este martes, 21 de abril, en 2019 había 135 millones de personas de 55 países y territorios en el mundo en situación de inseguridad alimentaria aguda.

Sin embargo, si no se adoptan medidas urgentes, Naciones Unidas advierte de que el Covid-19 elevará esa cifra este año hasta los 265 millones de personas.

“Se pueden enfrentar múltiples hambrunas de proporciones bíblicas en unos pocos meses”, aseguran expertos de la mayor organización internacional existente.

Cabe recordar que, también en abril de 2019, la FAO preveía que 143 millones de personas estaban en riesgo de enfrentarse a esa situación y analizaba el gran reto que supone erradicar el hambre aguda en el mundo.

De hecho, con la extensión de la pandemia a nivel planetario, los países más vulnerables ante el Covid-19 afrontarán en breve plazo de tiempo “una crisis dentro de una crisis”, como auguran la FAO y la OMS.

La situación de hambruna de 2019…

El ‘Informe de la Red Mundial contra las Crisis Alimentarias’ de 2019 destacaba que aquellos 135 millones de personas que padecía entonces hambre aguda eran la cifra más alta documentada desde la primera edición del estudio en 2017 y suponía un incremento de 22 millones respecto al año 2018.

En todos esos países afectados por la hambruna, 75 millones de niños sufrieron retraso en el crecimiento y 17 millones sufrieron delgadez excesiva causada por la falta de alimentación.

“Los principales factores que motivaron este crecimiento fueron los conflictos (el factor clave que empujó a 77 millones de personas a la inseguridad alimentaria aguda) en particular la República Democrática del Congo y en Sudán del Sur, junto a los fenómenos meteorológicos extremos (34 millones de personas) y las turbulencias económicas (24 millones) en Guatemala, Haití, Pakistán, Zambiay Zimbabwe”, añade la ONU.

De los 135 millones de personas que padecían entonces hambre extrema, “alrededor de 73 millones viven en África; 43 millones viven en Oriente Medio y Asia y 18,5 millones viven en América Latina y el Caribe”, cita la ONU.

“Venezuela aparece como la cuarta mayor crisis alimentaria del mundo, con 9,3 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda y necesitadas de asistencia urgente, a tenor de los nuevos datos disponibles en 2019”, detalla.

“En los cuatro países del Corredor Seco centroamericano (El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua), la sequía ha dejado a 3,2 millones pasando hambre, mientras en Haití la crisis política y socioeconómica empeoró la inseguridad alimentaria extrema, con 3,7 millones de personas afectadas”, agrega.

“Además, 1,2 millones de migrantes y refugiados venezolanos en Colombia y Ecuador también sufren hambre aguda”, concluye.

…va a peor con el Covid-19

Sin embargo, el Programa Mundial de Alimentos calcula que “el impacto económico del Covid-19 durante este año elevará a 265 millones el número de personas expuestas a inseguridad alimentaria aguda”, insiste Naciones Unidas.

En la relación coronavirus y hambre extrema, la anterior previsión de afectados “casi dobla los registros de 2019 cuando se contabilizaron 135 millones en esa situación”.

Ante este espectacular aumento, la ONU destaca como “fundamental la necesidad de mantener los programas de asistencia alimentaria” en general, incluyendo los suyos propios, que sirven para “ayudar a casi 100 millones de personas vulnerables en todo el planeta”.

Las cifras clave del coronavirus y hambre extrema

Para hacernos una idea de hasta qué punto es crítica la situación que ha creado la expansión del coronavirus y hambre extrema en todo el mundo, la ONU detalla hasta cinco cifras clave respecto a esta cuestión:

1. Unos 265 millones de personas en los países de ingresos bajos y medios estarán en situación de inseguridad alimentaria aguda a finales de 2020 de no adoptarse medidas rápidas.

2. La mayoría de las personas que padecieron inseguridad alimentaria aguda en 2019 se encuentran en países afectados por conflictos (77 millones), por el cambio climático (34 millones) y por crisis económicas (24 millones de personas).

3. Las peores crisis alimentarias en 2019 se centraron en 10 países: Yemen, la República Democrática del Congo, Afganistán, Venezuela, Etiopía, Sudán del Sur, Siria, Sudán, Nigeria y Haití.

4. En 2019, el 61% de la población de Sudán del Sur se encontraba en estado de crisis alimentaria o peor. Otros seis países tenían al menos el 35% de su población en estado de crisis alimentaria: Sudán, Yemen, República Centroafricana, Zimbabwe, Afganistán, República Árabe Siria y Haití.

5. Estos diez países representaban el 66% de la población total en, es decir, 88 millones de personas.

“Una catástrofe humanitaria mundial”

El escenario que dibuja la pandemia del Covid-19 en el mundo es de tal envergadura que David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos, afirma que “no sólo nos enfrentamos a una pandemia de salud mundial, sino también a una catástrofe humanitaria mundial”.

Beasley recuerda además que, actualmente, 821 millones de personas se van a la cama con hambre cada noche en todo el mundo.

“Todavía no hay hambrunas, pero debo advertirles que, si no nos preparamos ahora mismo para asegurar el acceso, evitar la falta de financiación y las interrupciones, podríamos enfrentarnos a múltiples hambrunas de proporciones bíblicas en unos pocos meses“, insiste.

Cuatro prioridades ante la pandemia

Por todo ello, la ONU propone cuatro prioridades para contrarrestar la extensión del coronavirus en el mundo:

1. Aumentar y expandir los sistemas de vigilancia a distancia de la seguridad alimentaria, casi en tiempo real, que proporcionen información actualizada sobre los efectos del brote en la seguridad alimentaria y en los medios de vida, la salud, el acceso a los servicios, los mercados y las cadenas de suministro, entre otros aspectos, para adoptar medidas inmediatas y de mitigación.

2. Mantener la asistencia humanitaria crítica en forma de alimentos, medios de subsistencia y nutrición para los grupos vulnerables -adaptada a los posibles efectos del Covid-19- que garanticen la satisfacción plena de las necesidades.

3. Reforzar y ampliar los sistemas de protección social para garantizar que los más vulnerables, que se encuentren afectados por el COVID-19 o corran un alto riesgo de padecerlo, puedan seguir teniendo acceso a los alimentos.

4. Aumentar el apoyo a la elaboración de alimentos, al transporte y a los mercados locales de productos, y fomentar la apertura de los corredores comerciales que garanticen el funcionamiento continuo de la cadena de suministro de alimentos y los sistemas agroalimentarios esenciales en los países con crisis alimentarias.

POR VÍCTOR RUIZ PARA FORUM LIBERTAS

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