El pasado viernes, 25 de junio, ha entrado en vigor la llamada “Ley de regulación de la eutanasia”. Pero, ¿qué regula esta ley? ¿Y qué significa realmente la eutanasia? ¿Existe verdaderamente un derecho a la muerte como quieren que lo pensemos?
Este es un tema difícil y complejo. La entrada en vigor de la ley de la eutanasia es un tema delicado y causa honda preocupación. Tenemos el peligro de confundir la eutanasia con todo aquello que supone la eliminación del sufrimiento.
Es importante recordar que la eutanasia no pone fin a los sufrimientos sino que acaba con la vida del enfermo. Ello es muy grave y comporta una degradación de la medicina, y también comporta la desconfianza en los médicos, los profesionales de la salud y la familia.
La eutanasia es la acción por la que un profesional sanitario pone fin a la vida de un paciente de manera deliberada y a petición del propio paciente “por causa de un sufrimiento grave, crónico, que imposibilita, o por causa de una enfermedad grave incurable, que causa sufrimientos intolerables ” dice la ley aprobada. Pero no se dice que estos sufrimientos, que nadie quiere, pueden ser aliviados e incluso eliminados con unos tratamientos que se llaman cuidados paliativos. Normalmente, en la inmensa mayoría de casos, el enfermo quiere vivir, aunque sin sufrimiento. Y ello es medicamente posible.
Y tampoco puede confundirse la eutanasia con la retirada o la no aplicación de tratamientos desproporcionados, inadecuados o inútiles, que pueden alargar la vida pero con graves sufrimientos y con unos medios totalmente extraordinarios.
La misma ley, en su preámbulo afirma que “el debate sobre la eutanasia, tanto desde el punto vista de la Bioética como del Derecho, se ha abierto paso en nuestro país y países de nuestro entorno durante las últimas décadas, no sólo en los ámbitos académicos sino también en la sociedad “. Pero, ¿es realmente un debate presente ahora en la sociedad si no fuera precisamente por la publicación de esta ley? ¿Sabemos que sólo hay cuatro países de Europa que tienen una ley de la eutanasia: Bélgica, Holanda, Luxemburgo y ahora España?
Y todavía hay dos aspectos significativos de esta nueva ley: primero que se presenta como “el derecho a solicitar la prestación de ayuda para morir”. ¿Ayuda para morir cuando no se reconocen aún los cuidados paliativos? Y ¿por qué se han excluido los Comités de Bioética de las Comisiones de Garantía y Evaluación que tienen como finalidad el control de la aplicación de la nueva ley?
La eutanasia, en el fondo, no es un debate médico sino sobre todo antropológico, sobre el concepto de la persona y de la vida humana. Cuando todavía no sabemos cómo aplicar el derecho a la vida, los hombres nos hemos inventado un derecho a morir. La autonomía de la persona no es un absoluto, ni tampoco lo es la libertad. No tenemos derecho a hacer absolutamente todo lo que queremos.
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Por Salvador Cristau Coll