El número de multimillonarios en España no ha parado de crecer. Al mismo tiempo, la desigualdad en la población española ha aumentado considerablemente
España, con una clase media todavía sin estar recuperada a raíz de la crisis económica, ocupa el puesto número 14 de la lista de países con más cantidad de población multimillonaria, es decir, aquellas personas que tienen más de 50 millones de patrimonio. Dentro de esta categoría de multimillonarios se encuentran 2.086 personas.
El número de personas ultraricas residentes actualmente en España se ha incrementado en un 40% en sólo un año, y ya supera las 800.000 personas. Respecto al 2017, ya hay 60.000 ricos más que circulan por las calles españolas.
Actualmente, en España vive un 2% del total de los millonarios mundiales. “El aumento de la riqueza en España se debe a una multitud de factores. El rebote de la economía ha consolidado el precio de los inmuebles, ha estabilizado el euro y ha mejorado el precio de los activos los últimos 12 meses”, declara Michael O’Sullivan, responsable regional de inversiones de Credit Suisse.
Desde los años 80 España es uno de los casos donde más ha crecido la riqueza personal sobre renta nacional total. Este incremento era del 380%, llegando a representar un 780% en 2007. El motivo se encuentra en el aumento de patrimonio de las familias por la elección de compra de viviendas (en vez de optar por el alquiler), no tan común en gran parte de Europa. Los precios de las viviendas, a consecuencia del aumento de demanda, se triplicaron entre 1985 y 1991. Más adelante, entre 1996 y 2008 se volvieron a triplicar, un fenómeno sólo superado por Japón.
Sin embargo, en materia de igualdad el panorama no es positivo. En España, la media de la riqueza por persona (con datos hasta el 2013) es de 144.000 euros, si bien la mitad de la población menos rica concentra sólo el 7% de esta riqueza a una media de 18.900 euros por persona. En lo alto de los de una renta más alta se sitúa el 10% de la población que aglutina el 57% de la riqueza, a una media de 813.000 euros por persona. Esto quiere decir que la riqueza media de una persona que se encuentra en el 10% de la población más adinerada es 43 veces mayor a la media de quien está entre el 50% de la población menos próspera, una brecha que casi no ha variado en las últimas tres décadas.
Además, el 1% más rico del país tiene en su poder el 21% de la riqueza personal total, con una media de 3 millones por persona. Si a este 1% de la población se le sumaran los 146.000 millones de euros que el informe estima que los españoles más acaudalados tienen sin declarar en el extranjero, la concentración de la riqueza se incrementaría en tres puntos para este colectivo, al pasar del 21 al 24%.
En la actualidad, con un bajo nivel de ahorro por parte de muchas familias, el futuro no es esperanzador, puesto que si la franja de población más rica ahorra más que la población más pobre la desigualdad se incrementará. De este modo, si no hay grandes diferencias en el ahorro, la concentración de la riqueza se mantendrá en niveles estables.