21 de mayo de 2025. Por María Martín para Forum Libertas
Estudio revela un alto índice de abortos fallidos con mifepristona y graves riesgos para la salud de la mujer
Un nuevo estudio realizado en Estados Unidos ha encendido las alarmas sobre los riesgos del aborto químico, especialmente con el uso del fármaco mifepristona.
Más de 1 de cada 20 mujeres que recurrieron a este método abortivo tuvieron que repetir la toma del medicamento debido a un fallo en el procedimiento inicial, según reveló el informe elaborado por el Ethics and Public Policy Center (EPPC).
El análisis, basado en datos de más de 865,000 abortos químicos realizados entre 2017 y 2023, expone una realidad preocupante:
24.563 mujeres necesitaron posteriormente un aborto quirúrgico y casi 7.000 tuvieron que someterse tanto a una segunda dosis de mifepristona como a una intervención quirúrgica.
Esto contradice las afirmaciones de seguridad que muchas veces se promueven desde sectores que defienden el aborto.
Mifepristona y sus riesgos reales
La mifepristona, utilizada en combinación con el misoprostol, es el principal componente del aborto químico tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido.
Se presenta como una opción “segura y eficaz”, pero el nuevo estudio demuestra que los riesgos han sido sistemáticamente minimizados.
Según el EPPC, más del 10% de las mujeres que recurrieron al aborto químico entre 2017 y 2023 sufrieron efectos adversos graves, como infecciones, sepsis o hemorragias.
Esta cifra es 22 veces mayor que la estimada en informes previos, lo que llevó a los investigadores a exigir a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA) que reevalúe la aprobación del uso de misoprostol en abortos. “Las mujeres merecen algo mejor que la píldora abortiva”, declararon los autores.
Una tendencia preocupante también en el Reino Unido
En el Reino Unido, la situación no es menos inquietante. En 2022, el 86% de los abortos en Inglaterra y Gales fueron químicos, frente al 48% en 2012.
Esto revela una creciente dependencia de un método que, lejos de ser inofensivo, está dejando a miles de mujeres expuestas a complicaciones físicas y emocionales.
Además, un estudio independiente de 2023 reveló que las complicaciones posteriores al aborto eran tres veces más frecuentes de lo que indicaban las estadísticas oficiales.
Al cruzar datos de proveedores independientes y seguimientos del NHS, se descubrieron tasas más altas de desgarros cervicales, sepsis y otras complicaciones.
Un llamado a valorar la vida y proteger a la mujer
Para la comunidad católica y defensores de la vida, estos datos refuerzan una verdad fundamental:
el aborto hiere profundamente a la mujer y termina con una vida humana.
Además del drama del aborto en sí, se suma el sufrimiento físico, emocional y espiritual de miles de mujeres que son víctimas de una industria que oculta sus consecuencias reales.
El creciente número de abortos químicos y la falta de transparencia en los datos oficiales hacen urgente una reflexión social y legislativa.
La solución no está en facilitar el acceso a métodos cada vez más peligrosos, sino en acompañar, proteger y ofrecer alternativas reales a las mujeres en situación de vulnerabilidad.
El aborto químico con mifepristona no es ni seguro ni eficaz como se ha pretendido explicar.