El entorno de violencia propiciado por el movimiento antirracista ‘Black Lives Matter’ ha provocado también destrozos contra estatuas vinculadas a la historia de la presencia hispana en el continente
El contexto de violencia propiciado en Estados Unidos por el movimiento antirracista ‘Black Lives Matter’ ha provocado también una violencia sin sentido contra estatuas vinculadas a la historia de la presencia hispana en el continente como san Junípero.
A los ataques de estatuas como la de Colón o Isabel la Católica hay que sumar el que sufrió recientemente san Junípero.
Los manifestantes sostenían que se trataba de estatuas vinculadas a la esclavitud o el colonialismo. La realidad es bien distinta e incurre en uno de los mayores riesgos históricos en los que se puede caer: no ver las figuras históricas en su contexto político y social del momento.
En el caso del fraile franciscano Fray Junípero Serra el episodio es todavía más hiriente, ya que fue beatificado por el papa san Juan Pablo II y canonizado por el papa Francisco.
La imagen derribada se encontraba al frente del ayuntamiento de la ciudad de San Francisco. Estaba ahí como homenaje por ser el fundador de nueve misiones españolas en la Alta California y presidir otras quince.
San Junípero Serra no fue un “genocida”
The Hispanic Council, un grupo de expertos que analiza, investiga y realiza divulgación histórica acerca de los vínculos culturales entre Estados Unidos y España, según informa Infocatólica, criticó los ataques y el derribo de una estatua de San Junípero Serra en San Francisco, California, explicando que el santo de la Iglesia Católica no fue “genocida” ni “racista”.
Este grupo se ha expresado así:
De nuevo asistimos con tristeza al derribo de la estatua de otra figura hispana de EEUU, en este caso la de Fray Junípero Serra. Este franciscano español, lejos de ser un «genocida» o un «racista», representó a lo largo de su vida todo lo contrario. Por ello hemos querido recordar quién fue y qué hizo este mallorquín que se convirtió en el primer santo hispano de EEUU.
Junípero nació el 24 de noviembre de 1713 en Petra, Mallorca, en una familia de origen humilde que le bautizó como Miguel José. Tras sus primeros estudios decidió seguir la carrera eclesiástica y emitió sus votos religiosos el 15 de septiembre de 1731, pasándose a llamar Junípero.
A pesar de ser un distinguido catedrático decidió seguir su vocación misionera y en 1749 viajó hasta el Colegio de Misionaros de San Fernando en la capital de México, desde donde viajó a Sierra Gorda, tierras donde evangelizó a la población nativa durante más de 8 años.
En 1769, junto a Gaspar de Portolá, encabeza la Santa Expedición para el asentamiento de España en la Alta California. Allí, como veremos, desarrolló una labor de evangelización incesante, siempre al servicio de las poblaciones nativas.
Así, su labor como misionero le llevó a fundar 9 de las 21 misiones de España en California como la de San Diego de Alcalá, que da nombre a la ciudad actual. En ellas sirvió a la comunidad nativa, evangelizando a las poblaciones locales y proveyéndoles de oficios, educación y alimentos. Fallecería el 28 de agosto de 1784 en la misión de San Carlos Borromeo, cerca de Monterrey.
Tal y como recuerda Peter M. Escalante, actual párroco de la misión basílica de San Diego de Alcalá «El padre Serra trató a los nativos que venían a la misión como un padre a sus hijos.» Tal fue su entrega, que el papa Francisco le canonizó, convirtiéndose así en el primer santo hispano de Estados Unidos. El Papa afirmó que este franciscano español «buscó defender la dignidad de los indígenas que evangelizó.»
Este nuevo ataque a su figura carece de rigor histórico. Es también un ataque al legado hispano de EEUU y de California, que se debe cuidar y respetar, como el propio Junípero enseñó en su tiempo de dedicación y servicio a la población nativa.
Un ejemplo de vida
La vida de Fray Junípero de Serra fue un ejemplo de lo que el Papa Francisco ha hecho consustancial regularmente con sus catequesis: la Iglesia en salida, la Iglesia misionera que va en busca de los más pobres para darles a conocer la ternura de la misericordia.
Francisco se peguntaba en la canonización de este santo, al evocar el tesón misionero y civilizador de Fray Junípero, qué debemos hacer para no anestesiar el corazón, para no sucumbir al espíritu del mundo que nos invita a la comodidad.
En sintonía con el santo, el Papa manifestó la respuesta en la alegría de evangelizar. “¡Siempre adelante!”, afirmó el obispo de Roma evocando el grito de Fray Junípero, el primer santo canonizado en Estados Unidos donde dejó la huella indeleble del amor de Dios.
POR FORUM LIBERTAS