CONSECUENCIAS DE RENUNCIAR AL SIGNIFICADO DEL MATRIMONIO.
En efecto, tras la legalización del Matrimonio del Mismo Sexo viene la “homogeneización social”. El sociólogo Brendan O’Neill describe así este proceso: “El lobby del matrimonio gay, y los más amplios círculos y mediáticos que lo favorecen, prefieren no hablar de que, en cada legislación en la que se ha introducido, el matrimonio gay ha sido fuertemente ayudado por el autoritarismo y la coerción”.
- La campaña en favor del matrimonio homosexual no es una reivindicación para que el matrimonio se extienda a las personas homosexuales, sino para que se redefina y se desvincule de la procreación y la crianza de un hijo por sus padres biológicos. Al convertir el matrimonio en una simple asociación, la ley vacía al matrimonio de gran parte de su significado y hace menos probable que los niños sean criados del modo que más les conviene.
- El eslogan “matrimonio igualitario” parece implicar igualdad de acceso a la misma institución. En realidad no iguala nada: sigue habiendo limitaciones al matrimonio universal. Por el contrario, significa mermar la institución, equiparando las relaciones extramatrimoniales al matrimonio.
- El Estado debería continuar promoviendo el matrimonio conyugal, no porque desapruebe las relaciones homosexuales o rechace a ningún grupo concreto de la sociedad, sino porque cree que el matrimonio es una institución conyugal que el Estado debe promover por el bien de la sociedad y sobre todo de los niños.
- El matrimonio del mismo sexo consagra en la ley la idea de que el género es secundario para el matrimonio y la crianza de los hijos, y que quien cree lo contrario es susceptible de ser acusado de promover la discriminación y los prejuicios.
CÓMO DEFENDER LA FE SIN LEVANTAR LA VOZ
AUSTEN IVEREIGH
YAGO DE LA CIERVA
JACK VALERO
Ed. Palabra