Hay en España menos de dos trabajadores por cada un jubilado, 1’94. Me parece imposible que así podamos subsistir. Pero aún me parece más imposible que con este panorama en 2011 haya habido 118.000 abortos o sea que 118,000 bebés han sido eliminados, negándoles el derecho a vivir.
Al Gobierno, esto le ha costado 56.5 millones de € para favorecer a las clínicas abortivas, dinero manchado de sangre que pagamos los contribuyentes, y restado de otras auténticas necesidades sociales.
Pido al Sr, Cristóbal Montoro que por favor no nos obligue a financiar el aborto, con nuestros impuestos, y destine esta parte a apoyar la maternidad en dificultades, o cualquier otra prestación social a los sectores más castigados por la crisis.
Si todos estos bebés abortados los apilaran, formarían una montaña de cuerpecitos inmóviles, en vez de llenar los parques de niños correteando alegres, que rejuvenecerían a España.
Mª Rosa Bonals
Afiliada al Partido Familia y Vida,
Terrassa, Barcelona
Ese dinero solo puede ser gastado en concepto de inversión de futuro en la maternidad. Toda mujer embarazada ha de recibir la asistencia necesaria para que nunca se vea abocada al aborto. Y si finalmente decide no hacerse cargo de su hijo se le ha de procurar los medios precisos para que lo alumbre y facilite en adopción a otros padres deseosos de asumir ese riesgo. Este sencillo gesto de la madre le evitará muchos riesgos para su salud física y mental. Nos ahorrará gastos a los contribuyentes al no pagar por matar a su hijo. Evitará gastos a otros muchos futuros padres que la naturaleza les impide tener hijos, al no tener que realizar la búsqueda de un hijo en China, Rusia, Africa u otro continente. Ayudará al mantener el sistema de pensiones al aumentar nuestro capital activo. Y finalmente, nos evitará la vergüenza futura cuando tengamos que explicar a nuestros descendientes que somos responsables de que nuestra raza está en peligro de extinción.