Hay que recordar una y otra vez que la sociedad española está construida sobre una referencia de orden moral superior, un orden natural común para todos desde el Imperio Romano, que es Dios.
Sólo con normas morales superiores que rijan el ordenamiento de la sociedad alcanzaremos el bien común.
El hombre es libre, por eso mismo, ésta libertad, al obrar el bien en la dirección del bien superior puede alcanzar la excelencia y la perfección.
Hay que vivir los principios, normas morales superiores y no mirar hacía otro lado y practicar lo que se predica.