Factores como la influencia del secularismo, la ideología del relativismo, la cultura de la cancelación, lo políticamente correcto, el individualismo y el surgimiento de nuevas corrientes de pensamiento izquierdistas han contribuido a la decadencia de Europa
¿Por qué Europa va a desaparecer en su configuración actual y por qué Estados Unidos no? Europa, cuna del cristianismo y hogar de algunas de las iglesias más antiguas del mundo como la católica, se encuentra hoy en día en medio de una crisis de valores en relación a sus raíces cristianas.
Aunque en algunos países europeos todavía se observa una presencia religiosa significativa, la asistencia a misa ha disminuido drásticamente en la mayoría de los países del continente. En contraste, en ciertos estados de los Estados Unidos, donde la influencia religiosa sigue siendo fuerte, la asistencia a los servicios religiosos se mantiene relativamente alta. Examinemos este fenómeno y sus implicaciones para la identidad cultural europea.
El declive de la asistencia a misa en Europa
En Europa, un continente que ha experimentado una secularización creciente en las últimas décadas, la asistencia a misa ha disminuido notablemente. A excepción de países como Polonia, España, Italia, Grecia y Croacia, donde todavía se observa una mayor participación religiosa, la mayoría de las naciones europeas han experimentado un alejamiento gradual de la práctica religiosa. Factores como la influencia del secularismo, la ideología del relativismo, la cultura de la cancelación, lo políticamente correcto, el individualismo y el surgimiento de nuevas corrientes de pensamiento izquierdistas han contribuido a esta tendencia.
En el siguiente gráfico se puede observar el mapa de esta realidad hace cuatro años, ahora cabe pensar que la situación es peor. Solamente Polonia o Rumanía estarían a niveles similares de cristianismo activo en relación a los estados de Estados Unidos.:
La influencia de los Estados Unidos
En contraste con la situación europea, ciertos estados de los Estados Unidos aún mantienen una sólida tradición religiosa, especialmente en regiones como Utah, Louisiana, Mississippi, Alabama, Tennessee, South Carolina y West Virginia.
En estas áreas, la asistencia a los servicios religiosos sigue siendo una parte integral de la vida de muchas personas. Esto se debe a varios factores, como la herencia cultural, la influencia de la comunidad y la persistencia de la religión en la esfera pública.
La crisis de valores en Europa plantea una serie de interrogantes sobre la identidad cultural y la continuidad histórica del continente. A lo largo de la historia, el cristianismo ha desempeñado un papel fundamental en la formación de la cultura europea, influyendo en sus tradiciones, valores y ética social. Sin embargo, la disminución de la práctica religiosa ha llevado a una pérdida gradual de estos fundamentos culturales.
La preservación de los valores cristianos
Es crucial que Europa reflexione sobre la importancia de sus raíces cristianas y busque formas de preservar sus valores fundamentales en un contexto secularizado. Esto implica fomentar un diálogo intergeneracional, fortalecer la educación en ética y moral, y promover la tolerancia religiosa y la comprensión mutua.
La puntilla: la baja natalidad
Pero si una cosa ha provocado la baja religiosidad en Europa es la crisis de natalidad. Europa se encuentra sumergida en una preocupante crisis demográfica debido a su declive en la tasa de natalidad. En la actualidad, la tasa de natalidad en el continente se sitúa en 1,4 hijos por pareja, un nivel considerablemente bajo.
Esta situación plantea interrogantes sobre las causas subyacentes de esta tendencia y cómo se compara con la realidad demográfica de otros países, como Estados Unidos, cuya tasa de natalidad es de 1,77 hijos por pareja.
La tasa de natalidad en Europa ha ido disminuyendo de forma constante durante las últimas décadas, y los estudios demográficos indican que esta tendencia está relacionada con diversos factores, incluida la pérdida de valores cristianos arraigados en la sociedad. A medida que Europa se ha alejado de sus raíces cristianas, ha experimentado cambios culturales y sociales que han influido en la forma en que las personas conciben la vida, la familia y la maternidad.
Los valores cristianos tradicionales, como la importancia de la vida, el matrimonio y la familia, han sido fundamentales en la conformación de las sociedades europeas durante siglos. Sin embargo, en las últimas décadas ha llevado a una disminución en la valoración de la institución familiar. La mentalidad centrada en uno mismo y en la satisfacción personal ha eclipsado en gran medida la visión de la familia como un elemento central y fundamental de la sociedad.
La falta de valores cristianos sólidos también ha influido en las políticas gubernamentales y en la legislación europea, que han promovido en algunos casos políticas de control de la natalidad y han dificultado la conciliación entre la vida laboral y familiar. Esto ha llevado a que muchas parejas europeas opten por tener menos hijos o incluso no tenerlos en absoluto debido a las dificultades económicas y la falta de apoyo social.
En contraste, Estados Unidos ha mantenido una tasa de natalidad más alta, actualmente en 1,77 hijos por pareja. Aunque no se puede atribuir exclusivamente a los valores cristianos, la influencia de la tradición judeocristiana en la sociedad estadounidense ha jugado un papel importante en la percepción de la familia y la maternidad. La importancia de la vida y la valoración de la familia como una institución sólida se han mantenido arraigadas en la mentalidad colectiva de muchos estadounidenses.
Europa está en decadencia tal y como la conocemos. ¿Es consciente?
7 junio de 2023 por Julián Onof para ForumLibertas.es