*Nota*: Traducido y adaptado a lenguaje escrito de la charla: “Green sex”, con autorización de Jason Evert. Parte 12 de 21.
Y la gente dice: “Está bien, entendemos los riesgos ambientales de la píldora, pero seamos realistas, ¿y el condón?, ¿qué podría estar mal con ese pedazo de plástico?”. Todos sabemos, por biología de séptimo grado, que un solo espermatozoide deja embarazada a una mujer. ¿Qué ocurre entonces con los otros cientos de millones de espermatozoides que se introducen en una mujer a través de una sola relación sexual? Se pensaba que, si no fecundaban el óvulo, no servían para nada. No es cierto.
Una gran cantidad de fluidos del plasma seminal, las prostaglandinas, son absorbidos por el útero de la mujer tras el coito. Las proteínas y células del esperma quedan en su cuello uterino. Los linfocitos de la mujer transfieren las proteínas de los espermatozoides y el material genético del hombre a los ganglios linfáticos de la mujer, donde su sistema inmunológico aprenderá a reconocer el tipo genético de los espermatozoides de ese hombre. Así que, cuando ella quede embarazada de él, su sistema inmunológico reconocerá al bebé, ya que coincide con el tipo genético del esperma que ha absorbido su cuerpo. Si utiliza un método anticonceptivo de barrera para bloquear el esperma, cuando quede embarazada tendrá más del doble de probabilidades de sufrir preeclampsia, presión arterial elevada durante el embarazo, debido a que su cuerpo no está acostumbrado a ese cuerpo extraño dentro de ella. Esto lo dice el Journal of the American Medical Association (revista publicada por la Asociación Médica Americana) y el Journal of Reproductive Immunology (Revista de inmunología reproductiva).
Lo que es un poco irónico es que el artículo del Journal of the American Medical Association fue publicado el 8 de diciembre que, por cierto, es la fiesta de la Inmaculada Concepción en la Iglesia Católica. Siempre aprecio cuando publican sus artículos de acuerdo con nuestro calendario litúrgico, jajaja. Dios sabe lo que hace. Entonces, si un hombre y una mujer están usando un condón, técnicamente, científicamente, están teniendo relaciones sexuales sin protección, porque el hombre no está protegiendo a la mujer con los efectos beneficiosos de su semen. La forma en que Dios ha creado el cuerpo del hombre para trabajar con el cuerpo de la mujer a mí me parece nada menos que cautivante.
Una vez iba en un avión escribiendo un libro a partir de los artículos de estas revistas. La mujer a mi lado se inclina y me dice:
—¿Sobre qué está escribiendo?
—Es un estudio epidemiológico sobre la preeclampsia por anticoncepción.
—¿Puedo leer un poco? … Vaya, me gustaría leerlo todo.
Se lo di y me dijo:
—Mi esposo y yo hemos estado casados durante 10 años y hemos usado el condón durante todo nuestro matrimonio excepto cuando queríamos tener hijos. Lo sé, acabo de conocerte, pero siento como si te conociera desde hace mucho tiempo. En cada embarazo tuve preeclampsia. ¿Cómo es que nunca nos enseñaron esto en el curso de preparación para el matrimonio?
Es hermoso el modo en que Dios ha diseñado el cuerpo del hombre para trabajar con el de la mujer en el momento de la concepción.
*Reflexión*: ¿Es posible comprobar desde la ciencia las bondades de la fe?
Transmitido por Fermín de Alarcón