Por Alfonso Siena para ForumLibertas, 27 mayo 2024
Roccella arroja luz sobre un panorama demográfico que, aunque sombrío, muestra signos de esperanza entre los más jóvenes.
A día de hoy, tener hijos hoy en día parece un regalo reservado solo para unos pocos. Así lo cuenta Eugenia Roccella, la ministra de Familia, Natalidad e Igualdad de Oportunidades del gobierno italiano a «Il Giornale». Donde ha realizado una profunda reflexión sobre la cuestión demográfica, destacando la distancia entre «soñarse» y «pensarse» como padres.
Crisis demográfica
Eugenia protagonizó hace unas semanas un polémico ataque en los «Los Estados generales de la natalidad», que se desarrollaron en Roma.
La ministra, conocida por su compromiso con temas sociales y familiares, subraya la importancia de esta dicotomía para entender y abordar la crisis demográfica que enfrenta Italia y gran parte de Europa.
En su reciente análisis, basado en una investigación de Istat, Roccella arroja luz sobre un panorama demográfico que, aunque sombrío, muestra signos de esperanza entre los más jóvenes.
Apoyar a la familia
Roccella, una voz influyente en el gobierno de Meloni, ha trabajado incansablemente para poner la natalidad en el centro de la agenda política.
Su trayectoria incluye una sólida defensa de la familia y la vida, reflejando su convicción de que la sociedad debe apoyar más a quienes desean formar una familia.
La investigación de Istat, realizada a finales de 2023 con jóvenes de entre 11 y 19 años, revela que una alta proporción de ellos sueña con casarse y tener hijos. Este dato es un primer indicio prometedor en un contexto demográfico preocupante.
La reflexión de Roccella destaca que esta es la primera vez que una investigación de este tipo revela este enfoque en Italia, lo cual es un testimonio de la importancia que el gobierno de Giorgia Meloni otorga al tema de la natalidad.
Gobierno de Meloni, natalidad
Roccella atribuye este avance al gobierno, que ha priorizado la lucha contra la disminución de la natalidad, no solo a nivel nacional, sino también como una futura prioridad europea.
Comparando estos resultados con otra investigación realizada por Antonio Noto, que encuestó a jóvenes de entre 18 y 30 años, Roccella expone una complejidad adicional.
Los jóvenes de esta franja de edad, que deben «pensarse» como padres de manera más concreta, muestran un panorama desalentador: la mitad de ellos no se ve teniendo hijos a los 40 años.
Según Roccella, esta discrepancia no se debe principalmente a razones económicas, sino a factores culturales como el deseo de independencia y la desconfianza en la sociedad. Esto indica que, aunque los más jóvenes ven la paternidad de manera positiva, las barreras culturales y sociales son determinantes al tomar la decisión de tener hijos.
Roccella enfatiza que el esfuerzo del gobierno para enfrentar este desafío demográfico es notable y necesario.
Las políticas deben centrarse en cerrar la brecha entre el deseo y la realidad, facilitando el camino para quienes desean formar una familia.
La natalidad es algo positivo
Esto incluye medidas que apoyen económicamente a las familias, promuevan la estabilidad laboral y fomenten una cultura que valore y apoye la maternidad y paternidad.
Sin embargo, según Roccella, el cambio más significativo que podemos lograr es cultural: revalorizar la natalidad y la familia en el discurso público y en la conciencia social.
Hablar de la natalidad de manera positiva, destacar que ser padres es una experiencia enriquecedora y recordar que transmitir vida a la siguiente generación es un acto de vitalidad y proyección hacia el futuro, son mensajes cruciales que Roccella subraya.
En búsqueda de una transformación cultural
Los datos de Istat son un primer indicio de que esta transformación cultural es posible.
Pero para que esta luz de esperanza se convierta en una realidad sostenible, se requiere un compromiso continuo y decidido por parte de todos los actores sociales y políticos.
Como destaca Roccella la batalla contra el invierno demográfico no se ganará solo con políticas económicas, sino con un cambio profundo en la percepción de la maternidad y paternidad.
Eugenia Roccella nos insta a crear un entorno donde los jóvenes no solo sueñen con ser padres, sino que también se sientan apoyados y motivados a hacer realidad ese sueño.
Es nuestra responsabilidad colectiva asegurar que el deseo de los jóvenes de hoy se convierta en la realidad de mañana, garantizando así un futuro esperanzador.
Los matrimonios transmitimos lo que llevamos en el corazón, la vida a los hijos.