REFLEXIONES Y PROPUESTAS PARA UNA ECONOMÍA MÁS HUMANA.
PRÓLOGO
Una etapa importante de mi vida profesional la pasé trabajando para la banca y fondos de inversión. Esos años como especialista en reestructuración y refinanciación empresarial me sirvieron para formarme, adquirir experiencia y conocimiento en el sector financiero internacional, lo que me permite explicar cómo funciona. Tanto lo bueno como lo malo. Como economista, y con estudios de derecho y filosofía me he planteado a menudo qué tendríamos que hacer para afrontar un futuro ambiguo e incierto. Y aquí lo expongo.
Quiero hacer mi pequeña aportación a la sociedad, dejar a nuestros hijos, en la medida de lo posible, un mundo mejor que el que encontré. Me propongo explicar, en un lenguaje claro y sin tecnicismo, que existen opciones y salidas al endeudamiento de las personas. En estas páginas encontrarás ejemplos de buenas prácticas profesionales y éticas, pero también grandes escándalos económicos que han marcado la vida política, social, económica y judicial de España en los últimos meses.
Los jóvenes de ahora constituyen la generación más preparada de nuestra historia. Muchos se muestran frustrados por no encontrar un trabajo acorde con su formación. De poco le sirven sus licenciaturas, postgrados e idiomas, por lo que muchas ocasiones se ven obligados a vivir en otros países, donde son acogidos con los brazos abiertos.
Este hecho es muy decepcionante y es uno de los efectos de lo que defino como turbocapitalismo, un triturador de la energía positiva de las personas. He acuñado el término turbucapitalismo para definir la avaricia de los grandes capitales por ganar mucho dinero con muy poco esfuerzo, sin importar las consecuencias y el daño que puede ejercer sobre la gente, en especial, la más vulnerable y con menos recursos. No puede ser que las pérdidas se socialicen y las ganancias se privaticen.
España necesita un cambio y desde aquí trataré de aportar mis modestas propuestas y recomendaciones. Un punto de vista desde mi origen y formación.
Nací en Alemania y allí me formé como economista, después completé mis estudios en Gran Bretaña y España. He trabajado en la banca, de la que he aprendido mucho como consultor internacional y me ha dado una visión amplia y objetiva. No soy anticapitalista, pero creo que hay aspectos del socialismo esenciales como la solidaridad, la fraternidad y la justicia social, unos valores que la sociedad debe preservar. Rechazo el comunismo porque creo que la historia ya ha demostrado su fracaso como sistema político. Mi premisa es tratar de alcanzar un sistema que logre civilizar al capitalismo desde la ética personal.
En este libro que tienes en las manos hago una reflexión sobre las causas del citado turbocapitalismo y propongo posible alternativas. Para demostrar la avaricia de unos pocos, explico diversos casos de quiebras y corrupciones político-empresariales. Dedico un capítulo al trilero más popular de la democracia española: José María Ruiz-Mateos, y también dedico un espacio a la familia Botín. Asimismo explico cómo de una mala gestión en Pescanova ha salido una nueva oferta gracias a la aptitud de todas las partes. Como es obvio, hago referencia a la “gran banca” española y el resultado de las fusiones que han hecho desaparecer la mayor parte de las entidades que todos conocíamos para que solo tres o cuatro entidades controlen el 80% del mercado bancario. Esto no puede ser bueno.
Hago un repaso, también, a las consecuencias de la burbuja crediticia y a las malas artes de los desalmados que jugaron con las vidas de personas. Tampoco me olvido de la Caja de Castilla la Mancha ni de Miguel Blesa y Rodrigo Rato en Caja Madrid. Asimismo explico cómo debido a una publicidad de producto bancario que se define como responsable es, en realidad, complicada de comprender en cuanto a contenido. Esto provoca que ciudadanos con un bajo nivel de formación económica y financiera adquieran ese tipo de producto sin conocer con exactitud sus pros y contras.
Espero que os guste.
Por Raphael Nagel, Barcelona, junio de 2016.
Kant Ediciones
Gracias por su aportación. Espero que sea divulgado, entendido y asumido para su consideración en nuestro futuro más inmediato.