Anteproyecto de Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo

Ministerio de Igualdad en en el trámite de audiencia e información del Anteproyecto de Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo; trámite de audiencia que comenzó el 23 de mayo y que termina este próximo 1 de junio

Rechazo esta Ley por conceder el derecho a condenar a muerte a los seres humanos más inocentes, débiles e indefensos, y el derecho a matarles antes de nacer mediante procedimientos de tortura, y siendo la mayoría de ellos mujeres (a causa del machismo dominante en muchas de las sociedades actuales que facilitan el aborto selectivo de las mismas). Esto es la negación absoluta de feminismo puesto que se identifica y satisface al machismo más descarado. Es asimismo la negación absoluta de humanidad y de humanismo y de respeto al derecho de igualdad de todos los seres humanos, siendo una injusticia radical, y una burla a la razón y un acto de radical hipocresía que esta Ley la promueva el Ministerio de Igualdad. Institucionaliza dos clases sociales radical y absolutamente desiguales: 1) la de quienes se les niega todo derecho, incluso el derecho a la vida, y 2) la de quienes tienen el privilegio de condenar a muerte, o el derecho de matar a aquellos o a aquellas. Es la negación absoluta de los valores originales de la izquierda: el de la Igualdad, y el de la libertad de conciencia, pues pretende forzar, a médicos que se niegan a matar, a que maten (a los más inocentes e indefensos) para no haber de ser objeto de discriminación siendo situados en listas negras. Y es la negación y la contradicción más absoluta al derecho constitucional del art.15 que proclama que: “Todos (los seres humanos) tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes.”

Por Pau Sanfeliu Arboix JDN PFyV

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