“CONSCIENCIA MÁS ALLÁ DE LA VIDA”

Las experiencias cercanas a la muerte ponen en cuestión la aplicación de la eutanasia

En su libro ‘Consciencia más allá de la vida’, el eminente cardiólogo Pim van Lommel afirma que “si el médico proporcionara un cuidado y atención apropiados, así como la medicación adecuada contra el dolor, los pacientes retirarían a menudo sus peticiones de eutanasia”

Estudios clínicos realizados sobre las experiencias cercanas a la muerte (ECM) ponen en cuestión la aplicación de la eutanasia, algo que choca con la promesa de Sánchez de legalizar el “derecho a la eutanasia y a la muerte digna” si repite en La Moncloa.

“Si el médico proporcionara un cuidado y atención apropiados, así como la medicación adecuada contra el dolor, los problemas respiratorios y el miedo, los pacientes retirarían a menudo sus peticiones de eutanasia”, afirma el eminente cardiólogo holandés Pim van Lommel.

En su libro Consciencia más allá de la vida, este especialista en ECM advierte de que “un paciente en coma puede ser capaz de ver y oírlo todo” y de que “pacientes a los que se había diagnosticado muerte cerebral recobraron la conciencia”.

Este cardiólogo y científico holandés, estudioso de la física cuántica, aunque es conocido sobre todo por su trabajo con ECM y la consciencia, ha trabajado durante más de 25 años con pacientes que, en ocasiones, estuvieron clínicamente muertos para ‘regresar’ tras haber vivido una experiencia extraordinaria.

El empecinamiento pro eutanasia del PSOE

A pesar las afirmaciones de Van Lommel y del intenso debate que genera la eutanasia entre sus partidarios y detractores, el PSOE entiende que “es necesario avanzar en materia de derechos civiles” y que aprobarán la “Ley de derechos y garantías de la dignidad de la persona ante el proceso final de su vida”.

De hecho, está previsto que, de conseguir la investidura Pedro Sánchez, la primera Ley tramitada será la Ley de eutanasia, que cuenta con el apoyo de Unidas Podemos y el respaldo verbal en el Pleno de todos los grupos menos del PP y Vox.

Llama la atención que, en un contexto en el que los españoles necesitan de forma urgente propuestas políticas que mejoren el empleo, la educación y la sanidad, el PSOE se empecine en primar esta ley por encima de otras.

Al respecto, los obispos españoles consideran que, de aprobarse, se aplicará a personas que no puedan negarse; y muestran su rechazo argumentando que no existe demanda social para su legalización, mientras sí defienden una ley de cuidados paliativos que acompañe y ayude a paliar el dolor de las personas en el tramo final de su vida.

Los prejuicios de la ciencia

Ante este escenario, son motivo de reflexión los argumentos de Van Lommel respecto al riesgo de la inmediata extracción de órganos en pacientes que han sufrido un infarto y muerte clínica.

Cuando Van Lommel enseñaba Cardiología en el hospital de Arnheim de 800 camas ya investigaba el fenómeno de algunos pacientes que, tras sufrir un infarto o accidente grave y declararse su muerte clínica, volvían a la vida.

Ese hecho despertó su interés y en 1988 ya tenía 12 episodios irrefutables de casos de este tipo, por lo que creó una red de investigación con otros 10 hospitales holandeses e iniciaron un estudio clínico prospectivo de 344 paciente, que publicó The Lancet en 2001 causando un revuelo internacional.

Todo ello, sumado a posteriores investigaciones, quedó reflejado en su libro Consciencia más allá de la vida, del que The Washington Post llegó a afirmar que “las pruebas sostienen la validez de las experiencias cercanas a la muerte y sugieren que los científicos deben reconsiderar las teorías existentes sobre uno de los más profundos misterios biológicos: la naturaleza de la consciencia humana”.

“Los hechos evidencian que la consciencia es algo mucho más vasto y complejo que el cerebro y que sigue existiendo pese a la ausencia de toda función cerebral”, cita la contraportada del libro.

Sin embargo, los prejuicios en la ciencia frenan el conocimiento en torno a las ECM e impiden avanzar en el análisis de estos fenómenos al negarse a abordarlos pese a que existen, como recordábamos en una información publicada en junio de 2012.

Morir y vivir para contarlo

En cualquier caso, la investigación y comprobaciones de Van Lommel y sus colaboradores constatan que algunos de sus pacientes en coma profundo o muerte clínica volvían a la vida si no se les desconectaba.

“¿Qué hay de las muchas publicaciones sobre experiencias cercanas a la muerte en situaciones en las que ya se había diagnosticado la muerte cerebral y, sin embargo, el paciente recobró la conciencia y vivió para contarlo?, se pregunta Van Lommel.

“Médicos y enfermeros deben andar con pies de plomo cuando hablen en presencia de un paciente en coma, ya que este puede ser capaz de ver y oírlo todo”, insiste.

Al respecto, explica en su libro, basándose en el testimonio de un alumno suyo, hasta qué punto puede ser dramático desconectar a un paciente en estado vegetativo:

Mientras se suponía que ella se encontraba en coma profundo, sin ninguna actividad cerebral aparente, el especialista y su marido mantuvieron una conversación junto a su lecho.

El especialista predijo que su paciente sería un ‘vegetal’ durante el resto de sus días y le rogó al marido que considerase la posibilidad de apagar el equipo que la mantenía con vida. El marido aún tenía puestas las esperanzas en la recuperación, de modo que se le mantuvo la respiración artificial.

Algunos meses después, la mujer despertó, Resultó que había oído casi todo lo que se había hablado a su alrededor durante el coma; sobre todo, ¡la conversación entre el médico y su marido acerca de la eutanasia pasiva!

Explicó lo horrible que había resultado, y que había estado intentando gritar que aún estaba allí, que quería vivir, estar con su marido y sus hijos, mientras ellos seguían hablando sobre su hipotético deceso”.

En relación a todo ello y al trasplante de órganos, Van Lommel se hace una serie de preguntas, válidas también ante la eutanasia: “¿dónde está le prueba científica de que el trasplante de órganos no interfiere en el proceso de la muerte?, ¿por qué se administra a ‘la persona muerta’ anestesia general antes de extirparle los órganos?, ¿un cadáver necesita anestesia general?, ¿cuál es la relación entre cuerpo, alma y mente?

La eutanasia no es la solución

Con estas evidencias, se hace difícil considerar que sea bueno legalizar la aplicación de la llamada “muerte digna”, dado que en muchos de los casos referidos más que probablemente se llevaría a cabo.

Un caso paradigmático que justifica la anterior afirmación es el de una mujer que despertó de un coma de casi 30 años el pasado mes de abril. Un accidente de coche en 1991 la dejó en estado de coma, pero su hijo nunca perdió la esperanza de que despertara.

Van Lommel considera en su libro que profundizar en el estudio de las ECM “modela nuestras ideas sobre el tratamiento de pacientes en coma o en los estadios finales de una enfermedad terminal, así como nuestra opinión sobre temas como la eutanasia, el suicidio asistido y el aborto”.

Otra de las preguntas que se hace es si “podría cambiar la actitud de los pacientes, su deseo de solicitar la eutanasia o un suicidio asistido, si se dieran cuenta de que la conciencia sobrevive a la muerte porque no tiene principio ni fin”.

Además, recuerda que “la eutanasia activa supone el suministro de una inyección letal, normalmente en los estadios finales de cánceres malignos o sida, para precipitar una muerte acelerada y antinatural”.

Pim van Lommel concluye su exposición sobre la eutanasia, en relación a las experiencias cercanas a la muerte, afirmando que “todo procedimiento que acorte la duración de la vida natural reduce el tiempo disponible para un adiós sosegado, significativo y amoroso”.

POR FORUM LIBERTAS

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