“La Unión Europea aprovecha la pandemia para imponer la agenda LGTBI”

La Unión Europea pisa el acelerador del rodillo LGTBI y se escuda en la pandemia del coronavirus. Es la denuncia que hacen desde Misión los prestigiosos juristas del italiano Centro de Estudios Rosario Livatino. El último ejemplo: Amenazar con no entregar los fondos europeos de recuperación por la covid-19 a los Estados que no promuevan la ideología de género.

Artículo publicado en la edición número 62 de la revista Misión, la revista de suscripción gratuita más leída por las familias católicas de España.

Su denuncia no deja margen a las medias tintas: “A la luz de las decisiones que está adoptando la Unión Europea, está claro que existe una agenda política internacional, de la cual la Comisión Europea es el actor principal, para promover un concepto de vida a partir de los parámetros de la ideología de género. Una agenda que busca subvertir, a través del sistema legal y tributario, los valores y principios de la cultura occidental; una agenda de la cual los menores son las principales víctimas”.

Así se expresa para Misión el prestigioso magistrado italiano Alfredo Montavano, miembro de la Corte de Apelación de Roma y del Tribunal de Casación Italiano, asesor del Parlamento Europeo, exdiputado, exsenador, exsecretario de Estado de Interior en Italia, y actual vicepresidente del Centro de Estudios Rosario Livatino.

Como señala Montavano, este Centro –integrado por jueces, magistrados, notarios, abogados y juristas expertos en familia, libertad religiosa, derecho a la vida, crímenes mafiosos y jurisdicción nacional y europea– ha tenido que multiplicar sus denuncias en el último año para alertar de la deriva que, con la crisis del coronavirus como excusa, están emprendiendo las autoridades comunitarias.

“Se busca subvertir, a través del sistema legal y tributario, los valores de la cultura occidental”

Ayudas por agenda LGTBI
Su último y pormenorizado informe pone el foco en la amenaza de que aquellos Estados miembros que no promuevan “la perspectiva de igualdad LGTBQI (sic) quedarán fuera de las ayudas económicas para la recuperación de la pandemia. Unas ayudas que, desde su origen, habían sido acordadas por la UE sin ningún tipo de condición vinculante”.

“Los fondos de recuperación por la COVID-19 serán para quienes apliquen políticas pro-LGTBI”

“La UE –explica Montavano para Misión– está promoviendo por todos los medios una agenda ideológica vinculada a la ideología de género, y el último capítulo es esta pretensión de vincular las subvenciones económicas del Plan de Recuperación a la sumisión de esa agenda LGTBI”. Una amenaza que ya ha sido expuesta formalmente a Polonia y a Hungría por el presidente de la Eurocámara, David Sassoli, después de que ambos países vetasen juntos, en octubre, las conclusiones del Consejo de Justicia de la UE relativas a la Comisión sobre los derechos del niño.

Estrategia sin disimulo
Varsovia y Budapest argumentaron con gran detalle cómo esa Comisión busca, en realidad, promover la ideología de género, la transexualidad y la “propaganda gay” entre los menores, en palabras de la ministra de Justicia húngara, Judit Varga. Y a su veto, Bruselas respondió considerando obligatoria la comunicación 698 de 12 de noviembre de 2020, a través de la cual, como explica Montavano, “la Comisión de la UE definió una serie de estrategias encaminadas a implementar la ideología LGTBQI en los ordenamientos jurídicos de la Unión y en los de los Estados miembros” .

La Comisión Europea aprobó en noviembre de 2020 un paquete legal que incluye el deber de incluir la perspectiva LGTBI “en todas las políticas de la UE”, el reconocimiento de la homoparentalidad y del matrimonio” entre personas del mismo sexo, la creación de un delito de homofobia a nivel europeo, y la asignación de fondos específicos para iniciativas LGTBIQ

Esas estrategias difícilmente pueden ser más explícitas, pues consisten en “la introducción de un delito de homofobia” a nivel europeo, el reconocimiento mutuo entre los Estados de la homopaternidad y del llamado matrimonio entre personas del mismo sexo, la asignación de fondos específicos para iniciativas LGTBQI, y la inclusión de un énfasis específico “en la perspectiva de igualdad LGTBQI” en “todas las políticas de la UE, así como en los programas de financiación de la UE, incluido el Fondo de Recuperación para hacer frente a la emergencia sanitaria”, señala el vicepresidente del Centro Rosario Livatino.

Coacción odiosa
Y con esto, según aclara Alfredo Montavano, la UE comete un doble atropello: primero, “impone una agenda de género” a todos los Estados, aunque sus ciudadanos no la deseen, y segundo, “subordina la financiación europea a que las leyes de los Estados miembros se adapten al contenido de ese plan, lo cual está fuera de las competencias conferidas a la Unión en el Tratado Fundacional (en sus artículos 5, 6 y 10)”.

Y añade: “Las ayudas financieras no pueden utilizarse como herramientas subrepticias para forzar la soberanía de los Estados en asuntos ajenos a las competencias de la Unión. Y esta coacción resulta tanto más odiosa en la medida en que, en este caso, discrimina abiertamente a los enfermos y a sus familias frente a los miembros de otras categorías sociales (la categoría LGTBI), sin ninguna base racional”.

UN LOBBY IRRACIONAL Y TOTALITARIO
Los desencuentros entre la UE y Polonia y Hungría son cada vez más frecuentes, en una espiral de fricciones que se acelera, no tanto a instancias de Varsovia y Budapest, sino de la fuerza con que Bruselas pisa el acelerador LGTBI. “Nosotros sabemos qué pasa cuando el partido estatal, el sistema dictatorial o el monopolio de poder de la Administración quiere criar a los hijos en el lugar de sus padres. No se lo permitimos a los comunistas, así que de ningún modo vamos a permitir que estos supuestos apóstoles de la democracia liberal eduquen a los niños suplantando el lugar de sus padres húngaros”, ha llegado a decir el primer ministro de Hungría, Víktor Orban.
Como explica el magistrado italiano Alfredo Montavano, vicepresidente del Centro de Estudios Rosario Livatino y miembro del Tribunal de Apelación de Italia, la raíz de estos encontronazos está en que “la agenda LGTBI ha sido adoptada ideológicamente por la UE como termómetro del respeto al Estado de derecho, sin que exista ningún parámetro de verificación democrática de los planteamientos de esta agenda, establecido por órganos elegidos libremente por los Estados”. Por eso, “lo que está hoy en juego es, sobre todo, la capacidad de la UE de imponer a los Estados una agenda política respetuosa con lo políticamente correcto, aunque sea perjudicial para la soberanía nacional de los pueblos“.
Y es que, en su empeño por imponer la ideología de género, apunta Montavano, la UE ha llegado a aprobar declaraciones “manifiestamente desprovistas de evidencia científica, como aquella según la cual ‘la crisis de la covid-19 ha afectado de manera desproporcionada a las personas LGTBQI’”. “Que la Comisión Europea crea que el coronavirus ha afectado a las personas LGTBI con más fuerza que a otras deja claro cómo el concepto de discriminación y los datos en los que se basan para promover su agenda de género son irracionales, ideológicos y carentes de base fáctica real”, sentencia.

Artículo publicado en la edición número 62 de la revista Misión, la revista de suscripción gratuita más leída por las familias católicas de España.

POR ANTONIO MÉNDEZ PARA LA REVISTA LA MISIÓN

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