Mural en la sede de la Organización Polaca para Niños con Síndrome de Down
El Tribunal Constitucional (TC) de Polonia ha emitido una sentencia en virtud de la cual las personas con discapacidad pueden sentirse, con toda propiedad, ciudadanos en igualdad de condiciones con el resto: ha declarado ilegal la práctica del aborto en el supuesto de que el no nacido presente alguna anomalía.
Según refiere el Wall Street Journal, el 97% de los abortos quirúrgicos que se efectuaron en 2019 en Polonia –1.074 de 1.100 casos– tuvieron como justificación la existencia de discapacidad fetal. Eliminada esta causa, quedan como supuestos de aborto la violación, el incesto o el riesgo para la vida de la madre.
Para el TC, la decisión se fundamenta en que la ley hasta ahora vigente “legalizaba prácticas eugenésicas en el campo del derecho a la vida del no nacido y hacía depender la protección de su derecho a la vida de su estado de salud, una forma de discriminación directamente prohibida”. La presidenta de la corte, Julia Przyłębska, señaló que todo ello implicaba negar a esos niños “el respeto y la protección de la dignidad humana”.
Para el presidente Andrzej Duda, “el aborto por razones eugenésicas no debe estar permitido”
La decisión del TC, inapelable, ha sido la meta de una petición ciudadana a favor de eliminar esa norma discriminatoria. La exigencia alcanzó las 830.000 firmas y fraguó en un proyecto de ley enviado a la Cámara Baja del Parlamento polaco, el cual está obligado a examinar las peticiones apoyadas por más de 100.000 personas. Además, casi 120 diputados del partido oficialista Ley y Justicia y otras formaciones menores solicitaron al TC que se pronunciara sobre si la ley del aborto de 1993, con esos sesgos perjudiciales a las personas con discapacidad, se ajustaba a derecho.
El resultado final ha concitado elogios y críticas. De una parte, el presidente Andrzej Duda dio la bienvenida al fallo, en el entendido de que “el aborto por razones eugenésicas no debe estar permitido”. También Mons. Stanisław Gądecki, arzobispo de Poznan y presidente de la Conferencia Episcopal, recordó que a los niños que quedan protegidos con esta decisión “se les debe rodear de una bondad y cuidado reales por parte del Estado, la sociedad y la Iglesia”.
De los que no están contentos con la sentencia, unos lo han hecho saber de modo bastante agresivo. El propio prelado ha denunciado las interrupciones, ataques, profanaciones y pintadas ofensivas que se registraron en las iglesias este fin de semana por parte de activistas proaborto. Desde el ámbito político, el exprimer ministro liberal Donald Tusk ha tildado el fallo del TC de “villanía política”. En su opinión, la sentencia en plena pandemia del que denominó “pseudotribunal” es “más que cinismo”, si bien no detalla en qué radica el nexo entre el azote del coronavirus y la decisión judicial.
Los niños polacos con discapacidad ganan la partida: abortarlos es ilegal
POR LUIS LUQUE PARA ACEPRENSA